jueves, 10 de enero de 2008

Reflexión de Andrés Caicedo

"...son todos pensamientos que podrían, en caso de golpearme más duro de lo que ahora lo hacen, ayudarme a decidir, por puro espíritu de conservación, en lo mal que estoy, en lo alejado que me he puesto yo de mi propio corazón. Mi corazón ya no sabe cómo responder a estímulos, alegrías, aceleres, depresiones, que son completa, perversamente nuevas, que no están en mí, pero actúa el corazón y no me deja morir todavía, actúa pero regaña y traquea, y yo siento que la sangre que me manda a cada uno de los extremos de mi cuerpo es sangre hecha odio y remordimiento, y por eso es que me canso tanto, por eso es que sudo esa agua de café en los mediodías y en el trabajo: mi corazón ya no me reconoce, y se averguenza de él."

Andres Caicedo
1951 - 1977
Escritor colombiano

3 comentarios:

Miguel B. Núñez dijo...

madre mía.. suena horrible... como estar muerto en vida. Que se recupere este hombre, de verdad, jeje

y tú regálanos algo propio, joer!!!

:)

pacoalczr dijo...

ejem, vaya texto satánico, oiga...

oye, qué bueno lo de "Patricio Alcázar"...¡¡mi hermana se llama Patricia Alcázar!!! ja ja

Diana Carolina Moreno Pinzón dijo...

Un corazón que ya no reconoce, un corazón que olvida... Un corazón que se pasma y vive pululando muerte por los poros.

Entonces seremos eternos seducidos de quién decide asumirse así en dónde el paso de los días incita a los letargos taciturnos de una vida sin ritmos ni latidos.

Carolina.