Jack Kerouac escribió en 1962:
“basta de excesos y disipación, ha llegado el momento de contemplar tranquilo el mundo e incluso gozar de él, primero en bosques como éste, y luego hablar y caminar serenamente entre la gente del mundo, basta de alcohol, basta de drogas, basta de fiestas, basta de encuentros con beatniks y borrachos y heroinómanos y todos los demás, basta de preguntarme Oh, por qué me tortura Dios, es decir, ser entonces un hombre solitario, viajar, hablar únicamente con los mozos, sí, en Milán, París, hablar nada más que con los mozos, pasear, sin ninguna angustia autoimpuesta… ha llegado el momento de pensar y contemplar, de concentrarse en el hecho de que después de todo la superficie del mundo tal como lo conocemos ahora será tapada con el sedimento de un millón de años… Sí, por eso, más soledad”
Una buena declaración de intenciones.
“basta de excesos y disipación, ha llegado el momento de contemplar tranquilo el mundo e incluso gozar de él, primero en bosques como éste, y luego hablar y caminar serenamente entre la gente del mundo, basta de alcohol, basta de drogas, basta de fiestas, basta de encuentros con beatniks y borrachos y heroinómanos y todos los demás, basta de preguntarme Oh, por qué me tortura Dios, es decir, ser entonces un hombre solitario, viajar, hablar únicamente con los mozos, sí, en Milán, París, hablar nada más que con los mozos, pasear, sin ninguna angustia autoimpuesta… ha llegado el momento de pensar y contemplar, de concentrarse en el hecho de que después de todo la superficie del mundo tal como lo conocemos ahora será tapada con el sedimento de un millón de años… Sí, por eso, más soledad”
Una buena declaración de intenciones.