lunes, 25 de febrero de 2008

declaración de intenciones

Jack Kerouac escribió en 1962:

“basta de excesos y disipación, ha llegado el momento de contemplar tranquilo el mundo e incluso gozar de él, primero en bosques como éste, y luego hablar y caminar serenamente entre la gente del mundo, basta de alcohol, basta de drogas, basta de fiestas, basta de encuentros con beatniks y borrachos y heroinómanos y todos los demás, basta de preguntarme Oh, por qué me tortura Dios, es decir, ser entonces un hombre solitario, viajar, hablar únicamente con los mozos, sí, en Milán, París, hablar nada más que con los mozos, pasear, sin ninguna angustia autoimpuesta… ha llegado el momento de pensar y contemplar, de concentrarse en el hecho de que después de todo la superficie del mundo tal como lo conocemos ahora será tapada con el sedimento de un millón de años… Sí, por eso, más soledad”

Una buena declaración de intenciones.

5 comentarios:

mario dijo...

qué curioso que a ambas nos interesara el mismo párrafo:

http://tonteriasamares.blogspot.com/2007/10/big-sur.html

mario dijo...

molestia ninguna, señor. ¡es un honor!

Saludos

Anónimo dijo...

Gracias a ti por venir!!!
Volveré por aquí a leerte!
besos!

Miguel B. Núñez dijo...

la soledad no está mal, pero te ries más con alguien..

:)

Franziska dijo...

Los mozos de estación -que son una especie, casi en vías de extinción, no tienen, en el arcón de su cerebro, el conocimiento de los filósofos ni de los poetas pero, es casi seguro, -yo nunca he sido mozo- que tienen también su propia visión del mundo. Un mundo hecho de esfuerzo y de fatiga, un mundo en el que caben también las alegrías que se pueden conseguir sin dinero y sin cultura -que igual que las brujas también existen aunque yo no lo crea-. Esas alegrías que son fundamentales en la vida de cualquier persona: el afecto; el amor; disfrutar un buen rato con los amigos; esperar que los tiempos cambien; suponer que en otros lugares se puede vivir mejor. En resumen: igual que sienten y piensan los que han cultivado su mente y su espíritu: con una sola diferencia que no saben ponerlo por escrito con palabras cultas y bellas.

Como siempre, es sola una opinión.
Un afectuoso saludo.