jueves, 13 de mayo de 2010

¿Qué soy yo para él?

¿Qué soy yo para él? Nada, una sombra de barro. Mi paso es tan rápido que no deja ninguna huella. Soy un pobre mortal, no cuento ni en el espacio ni en el tiempo. Dios no se ocupa de nosotros. Si existe, es como si no existiese.

Razonamiento que antaño resumí es esta fórmula: "Soy ateo, gracias a Dios". Fórmula que sólo en apariencia es contradictoria.

"Mi último suspiro"
Luis Buñuel

No hay comentarios: