jueves, 18 de marzo de 2010

Las aventuras del gato roquero II: Nada.

Algunos libros suelen calar hondo según el momento en que se lean, yo, que soy un lector tardío me ha costado encontrar la clave a libros como “El guardían entre el centeno” –por mencionar un ejemplo-, porque lo leí con 25 años, y ya con unas cuantas lecciones aprendidas sobre lo que es el desquebrajamiento de las ilusiones juveniles. Esto viene a cuento porque hace unos años me desempeñaba como socorrista en el enésimo trabajo de mierda que he tenido, en fin, que lo único que rescato fue el tiempo “libre” que me dejaba para leer. En esa época de pobredumbre e insatisfacción cayó en mis manos un ejemplar de “Nada” el libro de Carmen Laforet y sobre el mismo me gustaría decir algo, ya se que se las trae floja y que nadie lee estos post, pero bueno, “a la gloria por la obstinación” es mi lema vital.
Yo creo que "Nada" es un relato existencialista light, porque a veces es cursi pero siempre muestra el desasosiego e insatisfacción de su protagonsita, la joven Andrea, cuya narración en primera persona nos lleva a mirar el mundo desde su perspectiva. En la posguerra española se instala con unos familiares en Barcelona para iniciar sus estudios universitarios, conoce a una muchacha adinerada que le mostrará el lado alegre de la vida. Sin embargo, y a pesar de que las situaciones a veces superan su capacidad de tragedia, el medio que la rodea la conducirá al desengaño y al desmoronamiento físico y moral, aunque al final, ays, y aquí viene lo light, encuentre la redención mudándose -y cambiando radicalmente- de ciudad. Obra clave.

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